Diario Popular. 8 de Octubre de 2006.

NO PARA LA OLA DE INSEGURIDAD
AHORA, MARCAN CASAS CON GRAFITIS PARA SAQUEARLAS

Por MAXIMILIANO MONTENEGRO

En las últimas semanas, la policía bonaerense detectó una flamante modalidad delictiva que viene generando una verdadera psicosis en la población. Es que se descubrió que bandas de malvivientes realizan inteligencia previa antes de llevar adelante asaltos a viviendas dibujan grafitis en los frentes de las casas con “códigos tumberos”, que sirven para conocer detalles que finalmente facilitan el golpe o lo descartan.
Con trazos de color negro, realizados con pedazos de carbón, las bandas consiguen saber las características de las potenciales víctimas. El fenómeno se descubrió en zonas del primer cordón del Conurbano Bonaerense, y aunque todavía no hay registros en la Ciudad de Buenos Aires los especialistas creen que pronto se extenderá a toda la región metropolitana.
Un detalle que generó asombro entre los expertos del Ministerio de Seguridad provincial es que los grupos delictivos incorporan a sus filas para que lleven a cabo este “trabajo” a menores de edad, que son “entrenados” por los mayores y al momento de salir a las calles se “camuflan” como vendedores de artículos varios, como por ejemplo velas o estampitas.

Hallazgo casual

Según pudo averiguarse, el increíble accionar de los delincuentes fue descubierto casualmente, cuando se allanó el domicilio de un sospechoso por robo y, en el interior de su automóvil, se encontró una fotocopia con extraños dibujos, que llamaron la atención de los investigadores.
Aunque negó tener vinculación con la modalidad, al ser interrogado el sujeto habría revelado que se trataba de “signos” que representan las distintas características de viviendas que previamente son apuntadas por las bandas como “potables” para ser asaltadas.
De este modo, la fuerza policial conoció una modalidad que hasta el momento había pasado desapercibida. Un jefe policial de la Departamental Quilmes, donde se registraron algunos casos, explicó a este diario que “siempre hay sospechas de inteligencia previa en los asaltos a viviendas, pero es verdad que sorprendió tanto profesionalismo y organización”.

Grado de precisión

De acuerdo a este denominado “código tumbero”, los grupos de malvivientes pueden saber si en las viviendas hay perros que pueden generar peligro, si en el lugar viven mujeres solas, si los moradores son jubilados o si el propietario es integrante de la policía. Pero también hay signos que dividen las casas en categorías de potabilidad, es decir, calificando los objetivos de “muy bueno”, “ideal para robar” o, al contrario, “no hay nada para robar”.
Los dibujos tienen tal grado de precisión que hasta explican cuál modalidad le conviene utilizar a la banda para abordar a las futuras víctimas. Por ejemplo, una marca recomienda “hablar de Dios” para engañar a los ciudadanos que son religiosos. Una “X” significa que la familia se encuentra de vacaciones; un triángulo que la casa ya fue robada anteriormente; tres bastones indican que es nulo el posible botín y una especie de estrella que la vivienda está deshabitada, son algunos de los más utilizados.
Tras ser descubierto, el “código tumbero” llegó a manos de algunas organizaciones no gubernamentales que ya comenzaron a difundirlo para alertar a la población. Así, el afiche con los dibujos fue distribuido en centros de jubilados, sociedades de fomento y en distintos foros de seguridad.
El ex comisario bonaerense Luis Vicat explicó que “para este ‘trabajo’ las bandas emplean a menores de edad, quienes son entrenados por los mayores para que reconozcan algunos detalles importantes, como las características del perro, si tienen alarma o cómo son las posibles entradas al lugar”.
Los investigadores que analizan el fenómeno reconocieron que “es muy difícil prevenir esta modalidad” y explicaron que los encargados de “marcar” las viviendas utilizan carbones de color negro, aunque en algunos casos también tizas, pero siempre tratan que el dibujo no se pueda borrar fácilmente.
Al momento de salir a las calles, los menores saben qué explicación brindar si son descubiertos y disfrazan su verdadera actividad vendiendo diversos artículos de escaso valor. “Es un fenómeno detectado hace poco, y no tiene antecedentes, por lo tanto todavía no se puede hacer una evaluación de sus alcances reales”, finalizó un jefe policial.

¿De dónde viene la mano negra?

El ex comisario bonaerense Luis Vicat explicó sobre el fenómeno que “la modalidad no registra antecedentes en el país”, agregando que “para encontrar algo parecido hay que remontarse treinta años atrás en países como Colombia donde grupos mafiosos o dedicados al narcotráfico marcaban los domicilios de opositores, aliados o neutrales”.
“De ahí viene la ‘mano negra’, una marca realizada con pintura de color oscuro que decretaba un próximo atentado en esa casa, dirigido al apuntado o algún familiar. En color rojo significaba que estaba en la mira y blanco podía ser alguien que era observado pero seguía seguro”, explicó Vicat.

“Trabajo tercerizado”

Experto en seguridad, el ex comisario bonaerense indicó que “la modalidad que tenemos ahora en la Argentina ocurre por el nivel de organización de las bandas de delincuentes, que tercerizan este trabajo empleando a chicos menores de edad que no pueden ser imputados”.
“Conocen las reglas, saben que las leyes no pueden ser duras con los menores. Y los entrenan para que marquen las casas, utilizando métodos de engaño o distracción. Un pibe vendiendo florcitas en la calle llama menos la atención que dos sujetos mayores merodeando viviendas”, dijo el también abogado Vicat.
Según explicó, en los casos detectados “se utilizó una especie de carbonilla de color negro, que resiste bastante en las paredes o frentes de las viviendas”, agregando que “apuntan básicamente a viviendas, quedando afuera de esta modalidad los departamentos”.