Prólogo


``Las organizaciones sin fines de lucro cumplen los propósitos más nobles de nuestra sociedad. Nos educan, alimentan nuestras almas con música y arte, dan de comer a nuestros pobres y protegen a los desvalidos entre nosotros. Son los custodios de nuestra conciencia nacional, obligando y punzando a nuestro sistema de gobierno para que sostenga los principios de la democracia. Emplean individuos con extraordinario coraje y altruismo, quienes arriesgan sus vidas en conflagraciones y purulentos asentamientos para el engrandecimiento de la humanidad. Sostienen los más altos valores de civilización: conocimiento, belleza, caridad y libertad.``

Herzlinger, Regina, 1995, Financial Accounting and Managerial Control for Non-Profit Organizations, Southwestern.


Los últimos años del siglo XX han traído grandes cambios sociales en la Argentina. Lamentablemente la mayoría han sido para peor, pero toda crisis presenta oportunidades, sobre todo en la modificación de costumbres que se suponían inalterables y a las que muchos se habían resignado a aceptar. Tal vez sea justo tomar a Diciembre del 2001 como un punto de inflexión de la participación ciudadana en el escenario político-social, o tal vez sea darle demasiada importancia a una serie de hechos puntuales cuando estos cambios tienden a ser más graduales. De todos modos es indudable que en los últimos años cayó notablemente la participación de la sociedad en general en el sistema político-partidario y en cambio aumentó su adhesión a organizaciones de la sociedad civil.

Existe mucha gente que quizá hace diez años se hubiera acercado a algún partido político si es que su deseo era participar activamente en su entorno barrial, municipal, provincial o nacional. Hoy, mucha de esa misma gente se acerca a organizaciones de la sociedad civil, desde asambleas vecinales hasta sociedades de fomento. La inserción política-partidaria se encuentra desprestigiada y en cambio las organizaciones civiles no.

Si bien es cierto que el tercer sector siempre ha sido importante en la consolidación de cualquier sistema democrático, la historia le está brindando un rol protagónico en el futuro desarrollo de este país. Claro que este mayor protagonismo trae aparejada una mayor responsabilidad, no solo la que uno mismo se crea al trabajar en este sector sino que también existirá una mayor observación por parte de la sociedad sobre el accionar de estas organizaciones. Por esto ellas deben estar a la altura de lo que les demanda la sociedad en la que se desenvuelven, en todos los aspectos de su accionar: profesionalidad, eficiencia y sobre todo transparencia y confiabilidad.

Así nace la Asociación Civil Sin Fines de Lucro denominada Centro de Tecnología para el Desarrollo (CENTED), fundada con la firme convicción de llevar a cabo aportes significativos para el mejoramiento de la sociedad. En el marco compromiso con el fortalecimiento de la Sociedad Civil se me ha encomendado la labor de preparar este libro para que sirva como un manual de consulta para toda aquella persona que incursiona en ámbito de la constitución y/o la dirección de Organizaciones Sin Fines de Lucro.

La idea de este libro es presentar, en primer lugar, una clasificación de las distintas Organizaciones Sin Fines de Lucro contempladas en las leyes Argentinas. Luego se presentan los organismos de legitimación, registración y fiscalización de estas organizaciones tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en la Provincia y se explican los trámites más comunes ante estos organismos. Como ejemplos, se presentan los pasos a seguir y modelos de actas, estatutos, etc. para constituir una Fundación y una Asociación Civil. A continuación se expone la legislación Argentina más relevante para las Organizaciones Sin Fines de Lucro. Aquí es importante aclarar que las Leyes, Decretos, Disposiciones y Resoluciones presentadas no constituyen una lista exhaustiva, ya que esto excedería los alcances de un libro sobre Organizaciones Sin Fines de Lucro en general, pero sí constituyen el conjunto de normas básicas que regulan a estas organizaciones. Por último se encuentran las normas contables más importantes.

Finalmente quisiera agradecer a todas aquellas personas que colaboraron directa e indirectamente tanto en la realización de este libro como en mi aprendizaje teórico y práctico acerca de las organizaciones de la sociedad civil: En primer lugar a mi mujer, Alina Corte, quien me ayudó en la corrección del libro. A mis padres, quienes siempre me han apoyado en los más diversos emprendimientos. A todos los integrantes de la Comisión Directiva del Centro de Tecnología para el Desarrollo (CENTED), y en especial a Ricardo Pegnotti, Leonardo Moretti y Franco Steinberg. A quienes comparten conmigo las comisiones directivas de la Cámara Empresaria de La Lucila (CELL) y el Grupo Empresario de la Región Metropolitana Norte (GERMEN), especialmente a Roberto Brey por compartir su experiencia en el ámbito de las entidades empresarias. A mis compañeros, profesores y personal no docente del Posgrado de Especialización en Organizaciones Sin Fines de Lucro del Centro de Estudios de Estado y Sociedad, la Universidad de San Andrés, y la Universidad Torcuato Di Tella, gracias a quienes he adquirido una mayor comprensión del Tercer Sector y de los desafíos que en el mismo se presentan.

 

 

Indice


PARTE 1: Las Organizaciones Sin Fines de Lucro

Introducción
Clasificación de las OSFL en la Argentina


PARTE 2: Como crear una Organización Sin Fines de Lucro

Organismos de legitimación, registración y fiscalización de OSFL
Trámites varios para OSFL (IGJ)
Trámites varios para OSFL (DPPJ)
Requisitos e instrucciones para constituir e inscribir una Fundación (IGJ)
Requisitos e instrucciones para tramitar la obtención de personería jurídica de una Asociación Civil (DPPJ)


PARTE 3: Normativa legal aplicable

Legislación Argentina
Fundaciones
Ley 19.836. Constitución de Fundaciones
Resolución General I.G.J. N° 3/93
Resolución General I.G.J. N° 4/93
Resolución General I.G.J. N° 06/00
Cooperativas
Ley 20.337. Ley de Cooperativas 121
Ley 25.027
Mutuales
Ley 20.321 Ley Orgánica de Mutualidades
Resolución 115 INAM
Resolución 790/96 INACyM
Inspección General de Justicia
Ley 22.315. Ley Orgánica de la I. G. J.
Reglamentación de la Ley 22.315. Decreto 1493/82
Decreto Nacional 754/95
Dirección Provincial de Personas Jurídicas de la Prov. de Buenos Aires
Ley 8671/76 y su Modificatoria 9118/78
Decreto Reglamentario 284
Disposición 12/03 de la D. P. P. J.


PARTE 4: Normativa contable aplicable

Resolución Técnica Nº 11
Resolución General 13/90 (I.G.J.)
Resolución General 6/94 (I.G.J.)
Ley 20.628 Impuesto a las Ganancias - Art. 20

 

 

Introducción


El origen de las organizaciones sin fines de lucro en Argentina comienza en la época colonial y el período de la Independencia, por lo cual su existencia es anterior a la consolidación del Estado, en el Siglo XIX. Lo primero que surge es la importancia de la Iglesia Católica, debido fundamentalmente a las características de la colonización española de América. Por un lado estaban las acciones asistenciales de las parroquias y congregaciones religiosas como los franciscanos y jesuitas y por otro las instituciones asistenciales independientes. Las instituciones más importantes eran las capellanías (donaciones de dinero o bienes otorgadas por un particular a una institución eclesiástica a cambio de que la institución celebrara un cierto número de misas), las cofradías (reuniones de fieles que auxiliaban al clero en el sostenimiento del culto) y las hermandades (asociaciones basadas en la igualdad y el mutuo auxilio que tenían un fin piadoso). Dentro de esta última categoría existió una que fue particularmente importante: la Hermandad de la Santa Caridad Fundada en 1727, tuvo como fin enterrar a los pobres y a los reos ejecutados y desarrollar acciones de beneficencia. Con posterioridad, debido a la oposición de un grupo de párrocos, deja de realizar los entierros de pobres y se dedica a prestar servicios médico-asistenciales a los más necesitados. Así crean el Hospital de Mujeres, la Casa de Huérfanos y la Casa de Niños Expósitos. En la época colonial, además, aparecen las primeras fundaciones creadas por congregaciones religiosas, dedicadas al desarrollo de la educación. La Universidad Real y Pontificia de Córdoba del Tucumán, fundada por los jesuitas, es considerada la primera Fundación Argentina.

Al lograrse la independencia de la Corona Española el nuevo gobierno comenzó a recortar ciertas atribuciones de la Iglesia Católica. Por ejemplo se le quitó el control organizaciones asistenciales como orfelinatos o asilos y algunas instituciones fueron expropiadas y disueltas, como la Hermandad de la Santa Caridad. En 1823, el gobierno de Buenos Aires convocó a las damas de la alta sociedad para constituir la Sociedad de Beneficencia. Dicha institución tenía como misión "la dirección e inspección de las escuelas de niñas, de la Casa de los Expósitos, la Casa de Partos públicos y ocultos, del Hospital de Mujeres, del Colegio de Huérfanas..." Esta Sociedad estaba integrada por esposas y parientes próximos a los grandes terratenientes, comerciantes, y propietarios de la ciudad y provincia de Buenos Aires y se hallaba presidida por la Primera Dama.

A principios del Siglo XX cobraron importancia las asociaciones mutuales y cooperativas. En 1898 colonos franceses fundaron la primera cooperativa rural, de seguro contra granizo y crédito: El progreso agrícola. En áreas urbanas, el censo de 1914 registró 40 cooperativas, dedicadas principalmente a actividades de crédito y consumo. Una de las más importantes fue el Hogar Obrero, fundada en 1905 por miembros del Partido Socialista. Esta institución convocó, en 1919, el Primer Congreso de Cooperativas Argentinas, en donde se elaboró un proyecto que fue uno de los antecedentes del la Ley de Cooperativas (11.388) de 1926. Por otra parte el Museo Social Argentino fue la sede del Primer Congreso Internacional de Mutualismo y Previsión Social, en 1916. En la década del veinte también proliferaron otro tipo de asociaciones, relacionadas directamente con los barrios: sociedades de fomento, clubes, bibliotecas populares, etc.

Con el gobierno de Juan Domingo Perón se produjeron importantes cambios en varios sectores, incluyendo el de las organizaciones sin fines de lucro. En primer lugar se disolvió la Sociedad de Beneficencia y se creó la Fundación Eva Perón, modificando el tradicional vínculo entre el Estado y la filantropía de las clases altas. También se desarrolló el sistema nacional de seguridad social, creando el Instituto Nacional de Previsión Social. En cuanto a los sindicatos, los pequeños fueron reemplazados por grandes sindicatos agrupados por rama de actividad, independientes de cada empresa. Además se creó la Confederación General del Trabajo para mediar entre los trabajadores, los sindicatos y las empresas.

Después de la caída de Perón en 1955 y la serie de golpes militares, alternados con cortos períodos democráticos, que prosiguieron hasta 1983, tanto el desarrollo de las entidades sociales como la participación de la sociedad en las mismas se vieron profundamente marcadas por las luchas ideológicas, no dejando demasiado lugar para un verdadero crecimiento de las organizaciones sin fines de lucro propiamente dichas.

Los últimos veinte años han traído un desarrollo espectacular de las organizaciones de la sociedad civil, tanto en cantidad como en diversidad de trabajos realizados. Según estadísticas elaboradas a partir de datos de la Base del CENOC (en 1999) en cuanto a la década de inicio de actividades de cada organización, se obtuvieron los siguientes resultados: el 55% de las organizaciones incluidas en esta base de datos refieren el inicio de actividades en la década del 90; el 16,6% en la década del 80; el 4,2% en la década del 70; 3,4% en la década del 60; el 2% en la década de 50;el 1,3% en la década del 40; el 3% en las primeras 4 décadas del siglo XX.

 

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